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21 de abril, Día Mundial de la Creatividad: explora el talento que hay en ti

¿Qué tienen en común el helicóptero, el traje de buzo o el paracaídas? Detrás de todos ellos se encuentra una mente genial: la de Leonardo da Vinci, que inventó o mejoró muchos de los objetos que usamos hoy en día, más de 400 años después de su muerte. Por eso, y coincidiendo con su nacimiento, el 21 de abril se celebra el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación, con el objetivo de incentivar el pensamiento creativo multidisciplinar, y recordarnos que todos tenemos una parte creativa en nuestro interior que podemos desarrollar y potenciar. Leonardo da Vinci, de creatividad e innovación sabía un rato. Y es que, a lo largo de su vida, mostró gran habilidad en numerosas disciplinas. Fue pintor, escultor, estratega de guerra, ingeniero, anatomista, filósofo y un largo etcétera. Ahí es nada, por algo es el verdadero Hombre del Renacimiento.

Creatividad e innovación: parecen lo mismo, pero no

De entrada, creatividad e innovación pueden parecer la misma cosa, pero no son lo mismo. La creatividad es la habilidad de una persona de crear, de generar ideas o asociaciones entre conceptos que, normalmente, conducen a la resolución de problemas con los recursos que tiene a su disposición.

La innovación, por su parte, representa el proceso en el que implementamos algo nuevo que añade un valor. Es decir, modifica ideas o elementos que ya existen, mejorándolos o creando otros distintos para crear un impacto.

Es decir, que a día de hoy aún podemos preguntarnos si primero fue el huevo o la gallina, pero tenemos claro que para que haya innovación, primero tiene que existir la creatividad.

Sí, tú también eres creativo

Vale, igual para ser un Leonardo da Vinci te queda mucho. Pero lo cierto es que todos somos creativos, simplemente a veces tenemos esa capacidad un poco dormida. La creatividad forma parte del ser humano, de hecho, surge en el cerebro. En concreto en el hemisferio derecho, responsable del arte, la música o las emociones. Es un hemisferio que está bastante ocupado.

Si bien todos podemos ser creativos, no todos tenemos la misma imaginación o capacidad de crear. Lo que parece ser algo natural en algunas personas, a otras se les antoja un mundo, llegando a pensar que no tienen en absoluto una mente creativa.

Y sí… esto también se entrena

Los niños parecen ser más creativos que los adultos, incluso aquellos más imaginativos. Cuando somos niños nos vemos expuestos a muchos estímulos que contribuyen a desarrollar y entrenar nuestra mente. Además, contamos con ayuda: nuestros padres y profesores suelen estimular nuestra capacidad de crear, imaginar e inventar.

Sin embargo, a medida que vamos creciendo, esas tareas resultan más complejas. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: estamos desentrenados. Como ocurre con cualquier otra habilidad que posee el ser humano, la creatividad también se entrena y, cuanto más lo hagamos, más se desarrollará.

El mensaje es claro: no dejes de pensar, de imaginar y de soñar. La creatividad no se limita al mundo artístico. Va mucho más allá. Busca aquello en lo que destaques, e intenta explotarlo al máximo.

Creatividad e innovación: dos pilares fundamentales de Activa

El mundo está en constante cambio y evolución. Tras más de 30 años de experiencia en el área de los servicios educativos, podemos afirmar que no habríamos llegado hasta aquí si no lleváramos como bandera conceptos como la creatividad y la innovación.

La educación es orgánica: evoluciona (casi) a la vez que lo hacen las personas. Y tiene hambre de cosas nuevas. Las prácticas educativas no son algo que puedan permanecer inalterables mucho tiempo. Nuevos retos requieren de nuevos enfoques y, por eso, Activa desarrolla proyectos propios de innovación educativa con el objetivo de contribuir a mejorar la calidad educativa de los alumnos y aportar un valor añadido al aprendizaje.

Proyectos como B-motion o Learning 4 Life (L4L) nacen tras un largo proceso creativo con el objetivo de dar respuesta a las necesidades de los alumnos, siempre con el foco puesto en motivarles desde un prisma innovador, buscando desarrollar todo su potencial creativo y enseñándoles a buscar soluciones a sus problemas poniendo en práctica lo que se llama thinking outside the box. Es decir, pensando diferente, de forma no convencional, mediante el pensamiento creativo. Mirar más allá para marcar la diferencia. 

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