Prescindir del uso de combustibles fósiles, acabar con la deforestación, o acelerar la transición hacia los vehículos eléctricos son algunas de las medidas que están encima de la mesa para lograr limitar el calentamiento global a 1.5 grados. Estas medidas están dirigidas a los líderes mundiales y, en especial, a aquellas naciones más industrializadas, pero, ¿podemos hacer algo desde el ámbito educativo para formar personas más concienciadas medioambientalmente?, ¿preocupa el cambio climático a nuestros alumnos?
La realidad es que, en España, siete de cada diez jóvenes se muestran muy o extremadamente preocupados por el cambio climático, superando la media europea y siendo, según ellos, el segundo problema más grave al que nos enfrentamos tras la crisis económica y la falta de empleo. No es de extrañar que la crisis climática ocupe un lugar tan alto en sus prioridades: es el futuro del planeta que heredarán el que está en juego. Parece, entonces, que nos encontramos ante un excelente punto de partida para plantearnos una educación que tenga como pilares fundamentales la sostenibilidad y la conciencia medioambiental.
Educando para el mañana
La educación del S.XXI debe sustentarse en la ecoalfabetización, en otras palabras, fomentar la comprensión de los recursos naturales y la importancia de hacer un uso razonable de ellos, de modo que su disponibilidad no se vea afectada para generaciones futuras. Es también entender que nuestras acciones tienen un impacto en el futuro y que cualquier cambio, ya sea positivo o negativo, repercute en el sistema global.
En Activa tenemos clara la importancia de que la ecoalfabetización impregne nuestra filosofía pedagógica. Conceptos como la escasez de recursos, el cambio climático o el impacto medioambiental que causa el ser humano no pueden ignorarse. Por ello, no nos limitamos a intentar concienciar a nuestros alumnos de manera anecdótica en días señalados, si no que aspiramos a que esta filosofía esté presente en cada uno de nuestros servicios y acciones pedagógicas.
Es por esto que, además de nuestro compromiso transversal con la ecología, creamos servicios con objetivos concretos enfocados a esta meta: formar ciudadanos ecosostenibles. Así lo demuestran servicios como Green Schools o ReciclArte, en los que acercamos conceptos clave a nuestros alumnos a la vez que fomentamos el pensamiento crítico, la capacidad creativa y la cooperación, al tiempo que les invitamos a reflexionar sobre un mundo más sostenible.
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