Frente a semejante tarea, una de nuestras mayores preocupaciones como padres es asegurarnos de que el curso comienza con buen pie para nuestros hijos, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿existe algún método infalible? Como de costumbre, la respuesta es un rotundo quizás. Cada alumno es un universo en sí mismo, con desafíos y dificultades que no se parecen a las de nadie, con lo que desde Activa creemos que lo único que debe ser infalible es nuestro compromiso como padres.
Educar desde la emoción
El regreso a la escuela es un momento emocionante para todos, lo que puede traer consigo sensaciones tanto positivas como otras que no lo son tanto. Es un momento importante, más aún para los que pisan un aula por primera vez, y puede desencadenar ansiedad y miedos. En ocasiones, la mejor herramienta que tenemos como padres para superar un desafío es preverlo, con lo que reconocer y abordar las emociones del inicio del curso es crucial para el bienestar de todos.
Existen infinidad de libros y cuentos que ilustran las emociones de manera colorida y accesible para los más pequeños (“El Monstruo de Colores” se ha convertido en un clásico atemporal en todas las casas), y pueden ayudar a nuestros hijos a comprender mejor sus sentimientos. Pero si queréis ahondar todavía más en situaciones específicas que hayáis encontrado en las primeras semanas de curso, os recomendamos:
Es el primer día de colegio en el Frederick Douglass y todo el mundo está un poco nervioso, especialmente el propio colegio. ¿Qué harán los niños una vez lleguen? ¿Les gustará el colegio? ¿Serán amables con él? El colegio tiene un comienzo difícil, pero, a medida que pasa el tiempo, pronto se recupera cuando ve que no es el único que tiene los nervios propios del primer día.
Lola y su familia se preparan para el primer día de escuela la noche anterior. Después, se levantan pronto, se hacen unas fotos para recordar un día tan especial y se marchan al colegio. Lola organiza sus cosas, elige sus actividades, lee, juega, y hasta merienda. Antes de que se dé cuenta, es hora de despedirse con una canción y volver a casa con historias que contar.
Si un ratoncito hambriento aparece a la puerta de tu casa, quizás quieras darle una galleta. Y si le das una galleta, te pedirá un vaso de leche, y querrá mirarse en el espejo para asegurarse de que no tiene un bigote de leche. Y luego te pedirá un par de tijeras para hacer un recorte de bigote…
Este libro presenta al ratoncito con un texto relajado y rítmico, una historia que nunca termina, perfecta para pequeños lectores que no acaban de acostumbrarse a las nuevas rutinas.
¿Por qué una misma característica de una persona hace que a veces nos guste y otras nos moleste? Lolo y Rita son muy distintos entre sí. Aceptar lo diferente no es siempre fácil… Pero, ¿quién dijo que lo iba a ser?
Un libro para niños y mayores que invita a la comprensión de aquello que nos hace diferentes, enseñándonos a comprender nuestras emociones a través del mágico efecto de los polos opuestos.
Estos libros, además de darnos la excusa perfecta para abordar las emociones en un entorno cómodo y seguro para los más pequeños, nos ayudarán a establecer una comunicación abierta con ellos, esencial en cualquier momento. Aprovechad esta conexión para preguntarles sobre sus expectativas y preocupaciones (relacionadas o no con la escuela), escuchad sus pensamientos y ofrecedles consuelo cuando lo necesiten. Establecer este tipo de puentes emocionales fortalecerá su confianza y facilitará vuestro papel como educadores.
Enfrentando el cambio
Sin embargo, puede que las dificultades que enfrentéis tengan que ver con algo más real, algo como lo que implican los cambios en la rutina. Cambios como pasar de curso, un avance que siempre altera rutinas que proporcionaban seguridad diaria; o cambios todavía mayores, como un salto de la etapa infantil a primaria, o incluso un cambio de colegio.
La capacidad de adaptarnos al cambio es un tesoro que tenemos que compartir con nuestros hijos para alcanzar el éxito no solo en el colegio, sino también en cada aspecto de su vida, presente y futura. Deben aprender a enfrentar nuevos desafíos según se presentan y, una vez más, los libros son la excusa perfecta para construir un marco seguro, sin las presiones del mundo real. Los cuentos del pez arcoíris son una forma fantástica de enfrentar el cambio con los más pequeños, aunque para los no tan pequeños os recomendamos:
El jueves por la mañana, a las diez y cuarto, Joseph Kaf nota algo extraño en la tetera… Este es el principio de un día extraordinario para Joseph, en el que todo parece que va a cambiar, y finalmente sucede.
Un libro con fuertes resonancias surrealistas y un gran poder para captar con delicadeza la vida familiar.
A Catalina no le gustan las despedidas. Siente algo raro en el corazón y en la tripa cada vez que se va el invierno, se vuela su globo, o pierde un diente, pero comprenderá que algunas cosas deben marcharse para que otras puedan llegar. Esa angustia que siente cada vez que tiene que separarse de algo o de alguien, se calmará al comprobar que los adioses son necesarios para dejar lugar a otros momentos o sentimientos tan naturales, hermosos o importantes como los anteriores.
Un libro que ayudará a los niños a enfrentarse con emociones tan complejas como el cambio, el crecimiento, y la aceptación de lo nuevo e inesperado.
El pirata Escalofríos se ha trasladado a otra isla con su tripulación, donde los nativos no le han recibido demasiado bien. Pero un día Escalofríos tiene una gran idea y conseguirá cambiarlo todo.
Otto tiene que mudarse de casa y tiene que adaptarse a una nueva ciudad. A través de Otto, los niños comprenderán que las diferencias no importan para hacer amigos, aprender y pasárselo bien.
Además de enseñar con el ejemplo de estas historias, en el día a día podemos brindarles consejos más anclados en la realidad, compartiendo con ellos trucos para establecer rutinas sólidas y espacios organizados donde poder sentirse cómodos, tanto para estudiar como para adaptarse a los nuevos retos. Todo esto les dará un sentido de estabilidad y les enseñará a abrazar el concepto del cambio como una parte de la vida, imprescindible para crecer.
Educando desde casa
De lo que no cabe duda, más allá de las dificultades y los desafíos que puedan experimentar nuestros hijos como resultado de la vuelta al colegio, es que nuestra participación activa como padres en su educación es esencial. Debemos formar parte de su trabajo y estar disponibles para apoyarlos, aunque esto en ocasiones resulta más fácil de decir que de lograr. No solo tenemos que lidiar con nuestros propios retos, también tenemos que ser capaces de anticiparnos a los que ellos tienen por delante, lo que significa permanecer en un proceso constante de autoeducación y reciclaje.
Libros como «Educar con éxito», de Luis Prats, ofrecen consejos globales para ayudarnos con la tarea de desarrollar el potencial tanto intelectual como emocional de nuestros hijos; no obstante, queremos recomendaros otras lecturas esenciales para llevar más cómodamente las riendas de su educación hasta que estén listos para llevarlas por sí mismos:
En tiempos de Google se insiste en que ya no hay conocimientos poderosos, sino buscadores potentes y competencias fluidas. Los débiles quedan desamparados y la escuela intenta ocultar sus imperfecciones empeñándose en ser entretenida. Ahora bien, esos niños que no encontrarán en ningún sitio lo que a día de hoy no les enseña la escuela, ¿no se merecen algo más que una escuela divertida?
Durante los seis primeros años de vida el cerebro infantil tiene un potencial que no volverá a tener. Esto no quiere decir que debamos intentar convertir a los niños en pequeños genios, porque además de resultar imposible, un cerebro que se desarrolla bajo presión puede perder por el camino parte de su esencia.
Este libro es un manual práctico que sintetiza los conocimientos que la neurociencia ofrece a los padres y educadores, con el fin de que puedan ayudar a los niños a alcanzar un desarrollo intelectual y emocional pleno.
Corren nuevos tiempos también para la educación. Rosa Jové, psicóloga y autora tiene claro cuál debe ser el objetivo: lograr escuelas más felices. No se trata de cambiar todo a lo loco, sino de valorar y conservar aquello que nos sirve, adaptar lo que está obsoleto y cambiar lo que no funciona.
Nuevos alumnos en los que se descubre y con los que se trabaja su don natural; nuevos profesores con flexibilidad para dar más relevancia a las ideas que a los métodos; soluciones prácticas para espacios que rompen distancias, reparto de los tiempos de ocio y de estudio, apoyo a la creatividad. Si conseguimos que la felicidad entre en clase, también lo harán las emociones y la ilusión de aprender y de enseñar.
Formar niños y adolescentes sociables, felices, libres y emprendedores es un desafío en estos momentos. El estrés y la ansiedad son parte de la rutina de jóvenes y adultos. La producción de conocimiento se ha multiplicado, y las nuevas generaciones no son formadas para pensar, sino para repetir información.
Pero hay esperanza. En este libro el psiquiatra y científico Augusto Cury muestra que es necesario cultivar la emoción y expandir la inteligencia de los jóvenes. Y, para eso, padres y maestros precisan de herramientas para estimular a los niños y adolescentes.
La preparación y el apoyo parental desempeñan un papel significativo en el éxito de nuestros hijos, no solo porque somos quienes mejor les conocen, sino también porque somos quienes les vamos a dejar una huella más profunda, y lo haremos en un momento en el que se están cimentando sus personalidades.
El éxito está al alcance de nuestros hijos, y nuestro apoyo les ayudará a alcanzarlo. Como padres, tenemos el poder de abrir las puertas hacia un futuro lleno de logros para ellos: abordar sus emociones, enseñarles a abrazar el cambio, y estar activamente involucrados en su educación son las herramientas irreemplazables que nos ayudarán a conseguirlo.
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