Un reto permanente
Nuestra filosofía de trabajo está siempre a la cabeza de todos los desafíos a los que nos enfrentamos cada día: mantener y fomentar la satisfacción de alumnos y alumnas, familias, profesorado, colegios y entidades. Y para garantizar tanto a la comunidad educativa como a la sociedad en su conjunto que tomamos medidas reales para conseguirlo, renovamos anualmente nuestros distintivos de calidad, que demuestran el mantenimiento y la mejora constante de nuestro compromiso con proveedores, personal, y clientes.
Porque son precisamente los clientes quienes van a percibir que este compromiso parte siempre de la capacidad de hacer autocrítica y la búsqueda de nuevas formas de ofrecer lo mejor de nosotros mismos: ¿dónde podemos mejorar? ¿Cómo podemos hacerlo? ¿Qué necesita realmente la comunidad educativa? Y la mejor forma de dar respuesta a preguntas tan importantes como estas es seguir la normativa ISO 9001, que nos da herramientas para evaluar nuestro sistema de gestión de la calidad con el objetivo de satisfacer los requisitos de cada cliente.
Reflexión interna, resultados reales
¿En qué se traduce esto? Gracias a la información que obtenemos de la puesta en marcha de nuestras propuestas, somos capaces de ofrecer soluciones educativas innovadoras para alcanzar cualquier objetivo, dar respuestas eficientes a necesidades reales, y continuar expandiendo nuestra oferta formativa para asegurar el éxito de nuestros clientes en cualquier escenario.
Esto, a su vez, se beneficia de la confianza que toda la comunidad educativa deposita en nosotros, confianza que promovemos no solo ofreciendo buenas prácticas en todos los campos (a través de nuestro Plan de Igualdad, medidas de conciliación, etc.), sino también exigiéndolas. Somos conscientes de que nuestras acciones tienen un impacto en la sociedad de la que formamos parte, por lo que nuestra labor es asegurarnos de que dicho impacto sea siempre positivo, directa e indirectamente –como atestigua nuestro sello RSA.
En definitiva, a pesar de que la Calidad (en mayúsculas) cuente únicamente con un día en cada calendario (el segundo jueves del mes de noviembre), es imprescindible cuidarla también los 364 restantes, ya que hacerlo activamente redunda en beneficio de todos.
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