Fin de curso 2020-21 «DANDO EL PRIMER PASO»

Con el verano ya a la vuelta de la esquina, el fin de curso siempre es una buena oportunidad para echar la vista atrás y valorar el año académico que se acaba. Por norma, aprovechamos este lapso de tiempo antes de unas merecidas vacaciones de verano para hacer balance de todos los proyectos que hemos llevado a cabo, tanto del buen funcionamiento de los servicios ya consolidados como del éxito de las nuevas propuestas e incorporaciones a nuestro catálogo. No obstante, la realidad nos lleva a adoptar una nueva perspectiva, una óptica diferente que nos permita valorar objetivamente el último año, que sin lugar a dudas ha supuesto todo un desafío a cada paso que dábamos.

Aunque comenzase oficialmente el pasado septiembre, el curso 20-21 se vio afectado desde un principio por todo lo vivido en la primera mitad de 2020. Desde las primeras noticias sobre la pandemia hasta el verano completamente atípico que tuvimos, pasando por el cierre de centros y la cruda realidad del confinamiento, todos y cada uno de los hitos encontrados en el camino hacia la recuperación de la normalidad tuvieron un gran impacto en la forma en que afrontamos el inicio del curso que ahora termina.

Haciendo gala de un exceso de celo que no beneficiaba a nadie, las autoridades competentes en materia de educación de cada comunidad autónoma, aun a sabiendas de que las actividades extraescolares no suponían ningún riesgo para la salud de los miembros de la comunidad educativa, extendieron a conciencia una sombra de duda sobre cualquier actividad que no fuera puramente curricular. Aunque el objetivo de esta maniobra nunca ha estado del todo claro, lo que es seguro es que esta actitud oficial resultó en que la cautela con la que muchas familias iniciaron el año académico se transformó en un temor injustificado, un miedo que aceptaba las garantías del entorno curricular pero no confiaba en la seguridad de las actividades extracurriculares; esto, por otro lado, no carecía de cierta ironía, puesto que a pesar del acusado descenso de la actividad en nuestro sector, en cada momento hemos cumplido –y hecho cumplir- todas y cada una de las medidas de seguridad implantadas.

Diseñado junto con las autoridades competentes, este paquete de medidas incluye una diversidad de protocolos que, en conjunción con un Plan de Contingencia empresarial adaptado a cada centro educativo, han supuesto que el desarrollo de la actividad extraescolar se haya llevado a cabo siempre en entornos completamente seguros como se ha demostrado que son los centros escolares. Además, a pesar de que las propias características de la actividad extracurricular favorecen un mayor control de todas las medidas de seguridad, ha resultado complicado sobreponernos al golpe a la confianza que ha sufrido nuestro sector.

Este golpe no fue la primera piedra en el camino del curso 20-21, pero sí significó la que más esfuerzo y trabajo nos costó superar. Pero lo hemos conseguido. Desde Activa podemos decir sin temor a equivocarnos que hemos sido capaces de superar este curso académico contra viento y marea, un año de retos que planteaba nuevas dificultades con cada nuevo día, y que siempre encontraba nuevas formas de hacernos mejorar en todo. Sin embargo, nunca olvidaremos que nuestro éxito no habría sido posible sin vuestro apoyo, sin el impulso constante que nos habéis brindado todos los miembros de la comunidad educativa, que habéis creído en nosotros y nos habéis dado las fuerzas necesarias para cruzar la meta.

Gracias a vuestro compromiso, todo nuestro esfuerzo ha valido la pena. Gracias a vuestra confianza –una virtud nada fácil en un momento tan complicado-, todas las actividades, medidas, protocolos, y herramientas pensadas para ofreceros servicios de calidad con todas las garantías, han superado con creces la prueba más dura: funcionar para vuestro beneficio, en el mundo real. Y gracias a vuestra generosidad, se ha demostrado (una vez más) que las actividades extraescolares son un valor insustituible en el tejido educativo de nuestra sociedad, que no solo velan por la conciliación familiar, sino también por la calidad de educación y por la seguridad de cada uno de los alumnos que forman parte de ellas.

Esta pieza comenzaba hablando de que cada junio representa una nueva oportunidad para medir el éxito de nuestro esfuerzo, para mirar con objetividad dónde hemos acertado y en qué tenemos que mejorar para continuar ofreciendo servicios que estén a la altura de las expectativas de quienes creen en nosotros. Pero este año, no es así. Junio de 2021 será recordado como un momento en el que echamos la vista atrás para mostrarnos agradecidos. Para dar las gracias a quienes, con vuestro impulso, nos habéis acompañado en este tortuoso y difícil camino hacia la la recuperación. Es cierto que todavía queda mucho trabajo por delante, que la ruta que nos queda por recorrer es inhóspita e impredecible, y que frente a nosotros se presentan muchos meses de esfuerzo dedicados a la vocación de enseñar en tiempos difíciles, pero eso no nos preocupa porque contamos con vosotros: colegios, familias, alumnos y todos los miembros de nuestro equipo. El camino más largo empieza siempre con un primer paso, el más difícil de todos, pero podemos decir sin dudar que ya lo hemos dado, y que no habría podido ser así sin vuestra ayuda.

Por lo que hemos vivido, y por lo que nos queda por vivir, gracias. ¡Seguimos adelante!

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